Para un correcto
diagnóstico la muestra debe ser lo más representativa posible de
los síntomas observados en campo.
En el caso de plantas
pequeñas o de cultivos en invernadero se recogerán cinco plantas
completas con cepellón y la tierra adherida a él. Se
evitará recoger las muestras después de la lluvia o el riego para
evitar pudriciones durante el transporte. Las muestras se envolverán en
papel de periódico y posteriormente en bolsas de plástico,
debidamente etiquetadas, para evitar confusiones.
En el caso de
árboles adultos o plantaciones establecidas se recogerán muestras
de madera, ramas, raíces y frutos si procede, y suelo (a una profundidad
de entre 20 y 40 cm) de cinco plantas con síntomas en diferentes
estadios de la posible enfermedad envolviéndose y etiquetándose
separadamente. Si existiesen setas en la base del árbol o sobre el
tronco se recogerán separadamente envolviéndose en papel de
periódico para su traslado al laboratorio.
Si se trata de
insectos, además de lo aplicable de los párrafos anteriores, lo
más adecuado es enviarlos vivos en el interior de un tubo o recipiente
de cristal o plástico, preferiblemente con material vegetal (hojas,
frutos o el órgano del que se alimenten). Nunca se deben aplastar, por
lo que es muy importante enviarlos en recipientes que no sufran daños.
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